La ciudad de Lisboa es extremadamente agradable y acogedora, tanto para quien quiere hacer turismo en ella como para quien tiene que vivir o trabajar en ella. Ésta es, en breve, una pequeña ruta de lugares que ver en ella.
Lisboa es lo suficientemente pequeña como para no sentirse desbordado por su tamaño, pero a la vez lo suficientemente grande como para no sentirse aislado o para tener la misma vida y servicios que cualquier otra capital europea. Perfecta para conocerla en rutas de dos o tres días sin que sobre el tiempo ni estar agobiados por la cantidad de lugares que visitar.
Su temperatura es envidiable durante todo el año, su marcha nocturna y su ambiente de ocio es de los mejores de Europa, cuenta con algunos de los centros comerciales más grandes del continente, hay playas de muy buena calidad a pocos kilómetros del centro de Lisboa y, en lo que se refiere a monumentos, la ciudad de Lisboa es simplemente impresionante.
Lisboa ha vivido, además, un enorme cambio en las dos últimas épocas, pasando de ser una ciudad conocida y admirada por el encanto de sus rincones más tradicionales a una de las capitales más pujantes de Europa a la hora de atraer tanto turistas como nuevos residentes. Los esfuerzos de renovación de los barrios populares -no exentos de los muchos males de la gentrificación-, una escena cultural renovada y la capacidad para atraer a trabajadores y empresas de sectores tecnológicos, han dado a la ciudad un carácter y atractivo impensable hace apenas un par de décadas.
Este artículo no hablará mucho de historia o arquitectura. Para ello encontraréis otros muchos en este portal que os hablarán de cada uno de los grandes monumentos de Lisboa. Mi idea es daros un pequeño paseo virtual por aquellos lugares de Lisboa que merece la pena visitar o que la hacen tan especial y qué es lo que podemos encontrar en cada una de ellas. La idea de esta ruta por Lisboa virtual es hablaros un poco de qué zonas podéis visitar y qué podéis encontrar en cada una de ellas. Así podréis luego haceros una idea de cuáles son los lugares que más os interesan y queréis ampliar información.
Centro de Lisboa histórico y moderno
El concepto de centro de Lisboa ha variado mucho en las últimas décadas. El tradicional centro histórico de Lisboa a orillas del río Tajo- la muy visitada Baixa Pombalina– ha quedado relegado en los últimos años a ser únicamente un destino turístico y comercial, mientras otras zonas situadas algunos kilómetros más al norte han ido ganando importancia como centro económico de la Lisboa moderna.
Muchas personas que viajan a hacer turismo en Lisboa por pocos días acaban, incluso, por no pisar la parte donde transcurre la vida de la Lisboa moderna, donde se mueve la mayoría de la actividad económica y laboral de la ciudad más importante de Portugal. Y la verdad es que, en una visita corta a Lisboa, es prescindible; aunque siempre conviene conocer también esa cara moderna de la ciudad para contrastar con ese sabor clásico que siempre nos deja el centro histórico de Lisboa.
Me conformaría con que quien me lea sepa que, además de esa imagen decadente y tradicional de la arquitectura del centro de Lisboa, un poco más al norte de la Baixa existe una Lisboa moderna, una capital europea encantadora, donde es un placer vivir. No obstante, incluso en la propia Baixa el proceso de renovación y modernización de los últimos años ha convertido un espacio comercial envejecido en una zona más gentrificada, donde se han colado también boutiques, galerías de arte y espacios de co-working.
Baixa Pombalina
El centro de Lisboa, si hablamos en términos históricos, se articula en torno a la Baixa y las colinas que la rodean. La Baixa, conocida también como Baixa Pombalina (ya que fue el Marqués de Pombal quien se ocupó de su reconstrucción tras el maremoto que la asoló en el siglo XVIII), es la zona más representativa del centro de Lisboa.
La Baixa comienza en el norte en las Plazas del Rossio y Restauradores y es una zona extrañamente llana entre colinas. Sus calles son rectas en forma de cuadrícula. Una parte de ellas permite el tráfico rodado mientras que otras- entre ellas la principal Rua Augusta- son enteramente peatonales y presentan los suelos de pequeños adoquines blancos y negros típicos de las ciudades de Portugal.
La Baixa es hoy una zona comercial y de hostelería. Allí podemos encontrar pequeños comercios -sobre todo de textil y algunos dedicados al turismo- restaurantes y bares, bancos, grandes cadenas de moda y tiendas con recuerdos turísticos. Y, por supuesto, turistas. La Baixa suele estar casi siempre en temporada alta asolada de turistas disfrutando de su bella arquitectura.
La Rua Augusta es la calle principal de la Baixa. Empieza en el Rossio y concluye en el Arco Triunfal que da acceso a la Plaza del Comercio y al río Tajo. El Rossio es uno de los principales puntos de encuentro de Lisboa y una de las plazas más populares de la ciudad. Desde allí -cuenta con estación de metro propia de la línea verde- se puede llegar fácilmente a la Baixa, al Chiado y al Barrio Alto, a la colina donde está situado el Castelo de Sao Jorge y a la popular calle de Portas de Santo Antao, con sus restaurantes y terrazas turísticos (no dejéis de pasar por el bar de la Casa do Alentejo, tan desconocido como impresionante).
Junto al Rossio, en un lateral de la plaza, está también el pequeño bar y tienda conocida como A Ginjinha, tradicionalísima en Lisboa por su licor de cerezas. Tomar un chupito en su diminuta barra es una obligación para el turismo en Lisboa y, si nos ha gustado, también podemos comprarnos una botella para llevar como recuerdo.
Para conocer la Baixa, lo mejor que podemos hacer es pasear por sus calles sin prisa, ya sea por nuestra cuenta o con un tour guiado a pie por el centro de Lisboa. La ya citada Rua Augusta es la más comercial, y en ella conviven las tiendas de toda la vida con las modernas cadenas de ropa internacionales, los puntos de ventas de recuerdos y los vendedores ambulantes de baratijas e imitaciones, algunos de los cuales ponen la nota insólita cuando aprovechan también para intentar vender hachís.
En la Baixa podemos contemplar también el Elevador de Santa Justa, situado al oeste del barrio, que da acceso al Chiado y al Barrio Alto. Un ascensor de hierro forjado que ha perdido parte de su antiguo papel para comunicar dos barrios del centro de Lisboa, pero que hoy se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares de la zona. Las vistas del centro desde su plataforma más alta son muy recomendables.
La Plaza del Comercio es una de las grandes estampas del centro de Lisboa para el turista que la visita. Es una preciosa explanada abierta al río Tajo que alberga en los edificios de fachadas amarillas que la rodean las sedes de varios ministerios y que es también el punto de reunión típico de los lisboetas para celebraciones y concentraciones públicas como las del fin de año. Desde allí tenemos unas excepcionales vistas del río y su orilla sur, que podemos alcanzar en los barcos que salen de la cercana estación de Terreiro do Paço.
Si nos encontramos en la Plaza del Comercio y miramos en dirección a la Rua Augusta, a la izquierda tendremos la colina donde están el Chiado y el Barrio Alto y, a la derecha, otra colina donde se ubican la Catedral y el Castillo de San Jorge, en el barrio de Alfama. El tranvía 28, con mucha diferencia el más popular de los que recorren la ciudad de Lisboa, comunica ambas zonas. Va casi siempre abarrotado de turistas y, también, de algún carterista que otro.
Alfama, la Catedral y el Castillo
Si seguimos hacia el este la calle por la que discurre la línea del tranvía -que en la zona de la Baixa es la Rua Conceiçao– llegaremos en unos cinco minutos a la Sé, la Catedral románica de Lisboa, y en unos quince estaremos en la parte más alta de la colina para visitar el Castillo de San Jorge, con extraordinarias vistas de Lisboa desde lo alto.
Entre el Castillo y el río tenemos el barrio de Alfama, denominado cuna del fado de Lisboa, con callejuelas pequeñas y retorcidas y casas típicas por las que es un placer perderse y callejear. Un poco más hacia el este, casi ya junto a la estación de Santa Apolonia, los sábados podemos encontrar una de las peculiaridades lisboetas, el Mercado da Ladra, un mercadillo con todo tipo de objetos nuevos y de segunda mano.
Chiado y Barrio Alto
En nuestro recorrido por las principales zonas que visitar en Lisboa, si volvemos a la Baixa y nos dirigimos a la colina del oeste -ya sea en tranvía, a pie o tomando las escaleras mecánicas del metro que nos ahorran la cuesta- llegaremos a las zonas del Chiado y el Barrio Alto.
El Chiado ha sido una de las zonas más elegantes y aristocráticas de la ciudad de Lisboa. Con el paso de los años, la clase alta de la ciudad lo ha ido abandonando como lugar de residencia, pero sigue conservando aquel ambiente de cafés y librerías que lo relaciona desde siempre con la intelectualidad de Lisboa. Precisamente, justo al llegar a la Plaza de Luis de Camoes, podemos encontrarnos con una estatua del poeta Fernando Pessoa junto al café A Brasileira, probablemente el más típico y conocido de la ciudad. En la zona, también es muy agradable visitar las ruinas del Convento do Carmo, convertido hoy en Museo Arqueológico.
Por la noche, no obstante, la zona vecina al Chiado se transforma y se llena de jóvenes que disfrutan del comienzo de la vida nocturna de la ciudad en el Barrio Alto, una zona de calles estrechas, abarrotada de pequeños bares y restaurantes, que es uno de los lugares más típicos para las primeras horas de la noche de los jóvenes lisboetas, que compran la bebida en los pequeños bares y la toman tranquilamente en la calle con sus amigos.
Belém y Alcántara
Fuera ya de lo que es el centro histórico, hay otras zonas muy interesantes que visitar en Lisboa. Belém es la más turística de ellas. Está situada junto al río Tajo, a pocos kilómetros ya de su desembocadura, en el extremo oeste de Lisboa. En ella se encuentran, a una distancia de pocos metros entre sí, tres de los monumentos de Lisboa más populares: La Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubridores.
No es el único lugar de interés que podemos visitar en el barrio. El moderno Centro Cultural de Belém es una de las referencias de la vida cultural de Lisboa y también tenemos cerca la popular fábrica de los Pasteles de Belém, una referencia de la repostería portuguesa y uno de los recuerdos más típicos que podemos llevarnos de la ciudad. Recomiendo a todo el que pase por la capital portuguesa que los pruebe. Todo ello, rodeado por jardines en los que relajarnos después de un duro día de visita a Lisboa o, si el tiempo acompaña, incluso tumbarnos un poco en el césped.
Podéis ver con detalle cómo llegar a Belém en esta guía de transporte urbano para turistas que publicamos anteriormente, pero la manera más fácil es tomar el tranvía 15 desde la Baixa o Cais do Sodré.
Por su parte, Alcántara es uno de los barrios que ha resurgido en el panorama turístico lisboeta gracias al boom turístico y la gentrificación de la ciudad. Conocido anteriormente por ser paso al barrio de Belém y acoger el lado norte del Puente 25 de Abril y la zona de terrazas de Las Docas, en los últimos años se ha relanzado como una de las partes modernas de la ciudad, gracias a la creación del LX Factory.
El LX Factory es una especie de mercado alternativo de diseño y cultura, con una historia peculiar. Los terrenos de este barrio de Lisboa albergaban hasta hace 10/15 años fábricas, talleres y edificios industriales de actividades en decadencia, muchas de las cuales acabaron por cerrar. Para evitar el abandono, los locales y edificios se ofrecieron en alquiler a precios bajos a profesionales del mundo de la cultura y el diseño, que los aprovecharon para crear y vender. Con ellos, fueron llegando las startups y los profesionales independientes y, más tarde, los bares, restaurantes y tiendas que acabaron convirtiendo a la zona en uno de los centros del moderneo local y turístico.
Centro moderno de Lisboa
Si la zona más cercana al río Tajo concentra las principales atracciones del turismo en Lisboa, al norte de la Baixa se extiende la vida de un centro moderno animado y agradable que concentra la vida de la ciudad y al que muchos visitantes no llegan a conocer demasiado bien.
De la Plaza de Restauradores hacia el norte parte la Avenida da Liberdade– señorial, con hoteles, grandes boutiques y teatros- que sirve como primer tramo de una serie de avenidas que se van enlazando de sur a norte vertebrando la ciudad y a travesando puntos tan emblemáticos para quien viva en Lisboa como las plazas de Marqués de Pombal, Saldanha o Campo Pequeno.
En la Plaza del Marqués de Pombal, otro de los puntos claves de la Lisboa moderna, comienza también el principal parque urbano de la ciudad, el Parque Eduardo VII, desde cuya parte más alta disponemos de fantásticas vistas de todo el sur de la ciudad y del río Tajo. A poca distancia de él nos encontramos también la sede de la Fundación Calouste Gulbenkian, con un fantástico museo y un casi desconocido jardín en su parte trasera, que es todo un oasis verde en el centro moderno de Lisboa.
Parque de las Naciones
La versión de la Lisboa más moderna la volvemos a encontrar junto al río, aunque esta vez bastante más al noreste del centro histórico, con la zona del llamado Parque de las Naciones, en los terrenos que albergaron la Expo 98. Es como estar en otra ciudad diferente de Lisboa, ya que la arquitectura y la estructura urbana de este barrio no tienen nada que ver con el resto de la ciudad.
El Parque de las Naciones de Lisboa alberga algunos puntos de referencia de la vida de la ciudad. Allí se encuentra la Estación de Oriente– diseñada por Calatrava-, el Pabellón Atlántico -sede de grandes eventos deportivos y conciertos-, la Feria de Lisboa, el Centro Comercial Vasco de Gama y el espectacular Oceanário, que es la mejor atracción para quien visita Lisboa con niños.
Todo ello, incluido en un entorno con amplias avenidas y paseos peatonales junto al río Tajo en el que han florecido también numerosos restaurantes y bares donde disfrutar de una cena agradable o una primera copa para comenzar la noche.
Y para alojarse en Lisboa
Para alojarnos en Lisboa, tenemos dos grandes opciones: Quedarnos en el centro histórico, en zonas como la Baixa y Alfama (muchas pensiones y apartamentos) o Restauradores y Avenida da Liberdade (hoteles) o irnos a zonas más modernas de la ciudad algo más alejadas del centro, como Entrecampos o Campo Pequeno, donde encontraremos mejores precios, hoteles con buenos estándar de confort y mejores posibilidades de aparcamiento si vamos en coche. Cada una tiene sus pros y sus contras.
En un término medio, la zona de Marqués de Pombal y el Parque Eduardo VII combina lo mejor de ambas opciones, por lo que es -quizá- de lo más recomendable.
Échale un vistazo a este artículo, donde hablamos de todas las zonas de la ciudad, y mira a ver cuál de estas opciones te puede interesar más.