Hablar de música tradicional portuguesa es hablar de fado. Es el género musical por excelencia en Portugal y Lisboa es uno de los mejores lugares para disfrutarlo, sobre todo en el barrio de Alfama, la zona más fadista de la ciudad.
El fado portugués suele ir unidos a conceptos como la melancolía, la tristeza o el más autóctono portugués e intraducible de saudade (el gallego morriña sería lo más parecido que se puede encontrar, sin definirlo del todo). No en vano, la principal teoría es que la palabra fado viene del latín fatum, que significa destino.
Sin embargo, aunque muchos extranjeros piensen que sólo hay un tipo de fado, en realidad en Portugal se distinguen dos grandes tipos de fado. Y el que se considera original, más tradicional y más auténtico no tiene origen precisamente en Lisboa, sino unos 200 kilómetros más al norte, en la universitaria ciudad de Coimbra.
El fado allí está muy vinculado a las tradiciones académicas y a la Universidad y se vive de otra forma. La tradición marca que sólo lo cantan los hombres, ataviados con el fato -traje- académico y que no se aplaude, sino que se carraspea ligeramente. El silencio es sepulcral durante todos los espectáculos. Es todo un espectáculo poder asistir a algún evento de fado de Coimbra, generalmente en las fiestas académicas, pero no es apto para quien no esté preparado para tomárselo muy en serio.
Como una derivación mucho más informal de éste, nació el fado de Lisboa en el siglo XIX en barrios humildes como Alfama o Mouraria, que hoy siguen siendo el centro de esta música en la ciudad. Alfama suele poner la fama y Mouraria la tradición y a cantantes como Mariza, la reina viva actual del fado.
El fado de Lisboa -a la postre el más conocido internacionalmente-, no tiene ese componente académico y formal y se canta muchas veces en las tabernas. A diferencia del de Coimbra, también lo cantan las mujeres, y su temática tiene mucha relación con historias de amor o desamor, aunque no única o necesariamente.
Lugares para escuchar fado en Lisboa
Podemos decir que una cena o espectáculo de fado es una de las actividades típicas de los turistas que van a Lisboa. Por eso, el problema de quien quiera visitar la ciudad no será dónde encontrar un espectáculo de fado, sino donde asistir a uno que no sea una trampa para turistas.
La mayor parte de los espectáculos turísticos se ofrecen en formato de cena+espectáculo como éste, si bien es posible aún encontrar algunas tascas más informales u, ocasionalmente, certámenes, festivales o espectáculos de fado.
Alfama es el principal barrio donde se concentran este tipo de restaurantes y tascas y a él nos dirigiremos como punto de referencia para el fado en Lisboa.
El Clube de Fado tiene fama de ser el mejor restaurante de fado de Lisboa -aunque también, posiblemente, uno de los que tenga los precios más elevados-. Una experiencia musical (y gastronómica), seria, formal, de calidad… con un notable sobreprecio sobre los precios de la cena media en Lisboa. Está situado en Alfama, aunque cerca de la Baixa, junto a la Catedral.
Otras opciones en Alfama son restaurantes como Parreirinha de Alfama, Sr Fado o Taverna do Embuçado, donde una cena más espectáculo de fado (ambas de buena calidad) suele salir entre 35 y 50 euros por persona.
No suelo recomendar locales de fado fuera de Alfama -ello no quiere decir que no sean buenos, sino que mejor verlo en su barrio más típico- con una excepción, que es ideal para disfrutar del fado de forma muy informal y por muy poco dinero. En el Barrio Alto, en la calle Diario de Notícias, está la pequeña Tasca do Chico, donde todos los lunes y miércoles por la noche (normalmente comienza a las 10), hay espectáculo de fado. Es un bar normal y no hay entrada, por lo que sólo se paga la consumición. Hay que llegar con cierta antelación, porque se llena siempre, y ni aun así nos salvemos -seguramente- de estar de pie.
Fuera del formato restaurante, el espectáculo Fado in Chiado es siempre una opción económica de disfrutar de un espectáculo de fado de aproximadamente una hora. También la programación del Centro Cultural de Belém suele incluir con frecuencia conciertos de fadistas locales.
Y, si da la casualidad de que estamos en Lisboa en septiembre, el Festival Santa Casa Alfama saca durante dos días a grandísimos fadistas a las calles del barrio de Alfama.
Cantantes, instrumentos y museos
La gran reina del fado ha sido Amalia Rodrigues, toda una leyenda en Portugal, fallecida a finales de la década de los 90 del siglo pasado. Su papel como máximo representante del fado portugués en la escena internacional lo ha tomado Mariza, que es la más internacional de sus cantantes. No obstante, dentro de los fadistas de más edad también destaca el nombre de Carlos do Carmo y también están empujando jóvenes talentos como Carminho.
Los discos o artículos relacionados con el Fado son, también, una de las grandes compras para regalo que podemos hacer en Lisboa. Los aficionados a la música lo disfrutarán especialmente.
Además de las voces solistas, los instrumentos de cuerda y los músicos son parte fundamental del fado. Si uno de los dos no está fino, el conjunto sonará muy mal. El fadista suele estar acompañado por la denominada viola (parecida a la guitarra española) y la guitarra portuguesa.
Podemos contemplar estos instrumentos -además de otros muchos objetos relacionados con el mundo del fado- en el Museo del Fado, con una colección de cerca de 14.000 piezas (partituras, instrumentos, vestidos…) que nos permitirán hacer un recorrido por la historia y la realidad de este tipo de música. Está situado junto a la estación de Santa Apolonia.