Por mucho que nos esforcemos en leer guías y tener información de calidad, nunca llegaremos al conocimiento de alguien que residiera en Lisboa. En este artículo van 30 típicos consejos que un residente en la ciudad daría a un visitante.
1.- Los taxis que vuelven del Barrio Alto los fines de semana por la noche van a una velocidad de vértigo.
2.- Te ahorrarás algo de dinero tomando el taxi desde el aeropuerto si vas a tomarlo a la terminal de salidas en lugar de hacerlo en la de llegadas.
3.- El billete del Aerobús no merece la pena salvo que vayas a hacer más de un viaje al aeropuerto en el mismo día. El metro o el autobús son más baratos (puedes comprar cualquier tipo de billete en las máquias y taquillas de la estación de metro).
4.- En el centro moderno de Lisboa -al norte de la Plaza del Marqués de Pombal-, tienes muchas opciones de bares y restaurantes para almorzar, pero muchísimas menos para cenar.
5.- Dos personas no pueden viajar en transporte público con la misma tarjeta 7 Colinas. Si necesitas billetes para dos personas y un sólo viaje, cárgalos en dos tarjetas diferentes. Lo mismo vale para los abonos.
6.- La mayor parte de las casas en Lisboa no tienen calefacción (los hoteles en su mayoría sí la tienen). Si tienes que vivir en la ciudad, asegúrate de que las ventanas aíslan bien o pasarás algo de frío en el invierno.
7.- Si quieres pasearte por el centro de la ciudad en el tranvía 28, olvida las horas centrales del día los fines de semana y épocas de verano. Mejor hacerlo a primera hora de la mañana o al atardecer, para evitar aglomeraciones.
8.- También en el tranvía 28, vigila la cartera en los momentos de aglomeración. Es uno de los lugares favoritos de los carteristas.
9.- Si no tienes ganas de subir la cuesta de la Baixa al Chiado o al Barrio Alto, ataja por las escaleras mecánicas de la estación de metro o por el centro comercial. Mucho más cómodo.
10.- Si no vas con un billete diario o tienes interés turístico, el Elevador de Santa Justa no te va a llevar a ningún sitio al que no puedas acceder a pie. Si quieres disfrutar de las vistas, tendrás que pagar el billete extra para el mirador.
11.- Si necesitas un sitio en el que los niños disfruten, el Oceanário es tu mejor opción. Y si te gustan los peces o necesitas relajarte durante tu visita, también te lo recomiendo.
12.- Visitar Sintra o el Palacio da Pena los fines de semana de verano o en Semana Santa no merece la pena si puedes hacerlo un lunes o martes. Es mejor esperar a los días menos concurridos y reservar tu entrada con antelación.
13.- Para entrar en el Palacio da Pena te ofrecerán el billete del mini-autobús que te lleva desde la taquilla hasta la puerta. Si soportas un agradable paseo de quinientos metros cuesta arriba por un camino sencillo-, serán unos euros que te puedes ahorrar tranquilamente.
14.- Todo el mundo habla de los Palacios y el Castillo en Sintra… pero la visita más divertida -quizá no la más impresionante- es la de la Quinta da Regaleira y sus cuevas.
15.- Si vas al Cabo da Roca en transporte público, no pierdas el último autobús, ya que está bastante aislado y no tendrás fácil volver. En días de mucha aglomeración, asegúrate de no estar demasiado atrás en la cola, no sea que el autobús se llene y te deje tirado.
16.- El bar de la Casa do Alentejo es uno de los más locales, entrañables y baratos del centro de Lisboa… pero tendrás que entrar en un edificio que no parece un bar para encontrarlo. No tengas reparos en cruzar la puerta. Ni el edificio, ni el bar te decepcionarán.
17.- La terraza más popular de Lisboa es la de la escuela de circo Chapitô, cerca de Alfama y el Castillo. Imprescindible cuando se tienen visitas.
18.- Para oír buen fado por poco dinero, los lunes y miércoles por la noche en la Tasca do Chico del Barrio Alto. Es curioso, porque normalmente el barrio típico del fado es Alfama.
19.- Lisboa no es una ciudad buena para caminar con tacones finos. Las calles están pavimentadas con adoquines pequeños y es muy fácil que se queden encajados en los huecos que hay entre ellos. Si tienes zapatos que resbalan fácilmente, tampoco es el mejor pavimento.
20- Aunque Lisboa es una ciudad bastante segura, las zonas con peor reputación del centro de la ciudad están cerca de las estaciones de Martim Moniz e Intendente, y tampoco es para tanto. No cruzarás otras zonas marginales salvo que vayas expresamente a ellas.
21.- Si vas a las playas de Costa de Caparica los fines de semana de verano en coche, el atasco monumental para cruzar el Puente 25 de abril está casi garantizado. Regresa antes, haz tiempo en la orilla sur o da un enorme rodeo por el Puente Vasco da Gama para evitar la frustración de pasarte muchos minutos encerrado en el coche.
22.- Algo parecido sucede en la Marginal (la carretera paralela al río y a la costa que va de Lisboa a Cascais). Cuando la gente vuelve de las playas, el atasco está garantizado. La ventaja es que tienes más alternativas para dar un rodeo.
23.- Playas en Lisboa: La más cercana a Lisboa es la de Santo Amaro de Oeiras, las de mejor calidad son las de Costa de Caparica. La más popular (por relación entre proximidad, facilidad de acceso y calidad) es la de Carcavelos. Y si queremos una playa en un entorno más natural, Guincho es la mejor recomendación.
24.- El Casino de Estoril intimida un poco, pero -salvo que vayas en ropa de playa o con niños- no tendrás problemas para que te dejen entrar con ropa de calle.
25.- No busques Fanta de limón ni tomate frito en los supermercados. La mayor parte no lo tendrá. Si tienes antojo de delicatessen, comida especial o productos españoles, el lugar más fácil para encontrarlo es el supermercado del Corte Inglés.
26.- El Parque Eduardo VII comienza en Marqués de Pombal, pero muchos turistas no se animan a llegar hasta la parte más alta. Una lástima. Hay una vista muy bonita de la ciudad y del río.
27.- Los Pasteles de Belém son el mejor regalo que puedes llevar de Lisboa para familia y compañeros de trabajo. Son típicos, relativamente baratos y están muy buenos. Aguantan bien hasta tres días después, por lo que resistirán bien el viaje de vuelta.
28.- Si bien el uso de la bicicleta va creciendo en la parte moderna de Lisboa, en buena parte del centro histórico es de muy poca utilidad debido a las cuestas y al adoquinado de muchas calles.
29.- En el Barrio Alto la cerveza es buena. La influencia de los inmigrantes brasileños ha hecho que cócteles como la caipirinha también lo sean. Las copas, sin embargo, son bastante malas.
30.- Los snack-bar, cafeterías y pastelarias son la manera más fácil y más barata para comer. No son excesivamente elegantes, pero sus platos del día son baratos y -por lo general- abundantes. Suelen poner las especialidades del día en una pizarra o mantel de papel en la puerta. No obstante, casi ninguno de ellos sirve cenas.
Y una curiosidad que deberías saber:
– Aunque en muchas de las imágenes que se tienen de la ciudad aparece volcada al agua y con puentes de fondo, Lisboa es una ciudad que no tiene mar. El agua que te encontrarás frente al centro histórico de la ciudad corresponde al río Tajo, que desemboca a unos 10 kilómetros al oeste del centro, en la localidad vecina de Oeiras.
No obstante, dado que en localidades vecinas a Lisboa hay fantásticas playas, la capital portuguesa es también considerada como un habitual destino de mar.
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