Muchos visitantes de Lisboa pasan la mayor parte del tiempo en el centro histórico de la ciudad y relegan el norte de la ciudad, que se ha convertido en el centro de negocios y actividad económica, mientras el casco histórico de Lisboa se ha visto relegado a un barrio turístico y de pequeño comercio.
La Avenida da Liberdade es el punto de conexión entre la Baixa y este centro moderno de Lisboa. Es la primera parte de un eje de avenidas que va de sur a norte y alrededor del cual se concentra la vida de la ciudad económica. La Avenida da Liberdade parte desde la Plaza de Restauradores y es la zona de lujo por excelencia de Lisboa, con teatros, tiendas de lujo y hoteles de cinco estrellas.
Al final de la Avenida da Liberdade nos encontramos con la Plaza del Marqués de Pombal, (que es uno de los grandes puntos de referencia de este centro económico y más moderno de la ciudad de Lisboa) y el Parque Eduardo VII. Desde su parte más alta tenemos unas fantásticas vistas de la Plaza del Marqués de Pombal, la Avenida da Liberdade y de todo el río Tajo. Merece la pena llegar hasta allí.
Un poco más adelante- pasada ya la plaza de Saldanha– está la plaza de toros de Campo Pequeno, reconvertida en un centro comercial. Desde allí, girando hacia el oeste por la Avenida de Berna, hay apenas un pequeño paseo hasta llegar a la Fundación Calouste Gulbenkian, con uno de los mejores museos de arte de Lisboa y una de las pequeñas joyas escondidas y poco frecuentadas por los turistas que visitan la ciudad: un jardín muy tranquilo y agradable que está situado en la parte trasera del Museo.
Volviendo a la parte principal, la Avenida de la República nos lleva hasta Campo Grande y los edificios de la Universidad de Lisboa, perdiéndose en el norte cerca ya del estadio de Alvalade.
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